Hace muchos años vivía una tribu de hombres y mujeres primitivos en una profunda caverna. Cerca de allí merodeaba un dientes de sable, al que todos tenían miedo porque era muy peligroso.
Un día Aloma y Yaro vieron que el dientes de sable corría hacia donde estaban sus amigos. ¡Cuidado!, va en dirección de la caverna.
En ese momento apareció un pájaro que brillaba como el fuego. El dientes de sable al verlo desapareció. Aloma y Yaro comprendieron uqe su brillo había asustado al smilodón.
Cuando volvió de nuevo le preguntaron:
- ¿Quieres vivir con nosotros?
- Un pájaro no puede vivir en una cueva. Si queréis ahuyentar a las fieras tenéis que ir a buscar el poderoso fuego más allá del Gran Río, en el Volcán Encendido - les contestó.
Se pusieron en camino. Atravesaron nadando el Gran Río y llegaron a una unmensa montaña llena de llamas. Aloma y Yaro encendieron una antorcha y emprendieron el camino de regreso.
Al llegar al Gran Río pidieron al Pez Dorado que les cruzara hasta la otra orilla. Se subieron encima con cuidado para que el agua no pagase la antorcha.
En medio del Río, el pez sumergió la cabeza. Aloma y Yaro resbalaron, cayéndose al agua que apagó la antorcha.
Volvieron de nuevo al volcán, encendieron la antorcha y emprendieron el camino de regreso. Le pidieron a la Tortuga Gigante que les llevara hacia la otra orilla.
Se subieron encima cuidando de que el agua no apagara la antorcha. En medio del Río, la tortuga tropezó con una roca. Aloma y Yaro resbalaron, cayéndose al agua que apagó la antorcha.
Volvieron otra vez al volcán, encendieron la antorcha y emprendieron el camino de regreso. Cuando pensaban como atravesar el río sin que se apagara el fuego, apareció un tronco de madera que flotaba río abajo.
Se dieron cuenta que esa era la solución. Cortaron varias ramas de árboles, las unieron con juncos y las echaron al agua. Subieron encima con la antorcha y cruzaron hasta la otra parte del río.
Allí les esperaban sus amigos para llevar el fuego hasta la caverna. Desde entonces vivieron muy seguros pues el fuego les protegió de los animales salvajes y además a su lado estaban calentitos. FIN.
Y aquí están los preciosos DIBUJOS DEL CUENTO que han realizado los peques. ¡Que los disfrutéis!
¡FELICIDADES PAPÁ!
